COMPETENCIA GENERAL
Actualmente las empresas contratan por “aptitud” y despiden por “actitud”, es decir, en gran medida, nuestro desempeño laboral depende de:
- Nuestra capacidad de asertividad y empatía.
- Nuestra capacidad de liderazgo.
- Nuestra capacidad de trabajo y comunicación con otros.
- Nuestra capacidad de gestionar el tiempo.
O dicho de otro modo, de nuestras competencias emocionales. Aquellas habilidades que aumentan el valor económico de nuestros esfuerzos en el mundo laboral.
El ejercicio de un buen liderazgo depende en un 90% de la capacidad de conocernos mejor, conocer nuestras metas, nuestras emociones, nuestros valores, y los de las personas que nos rodean.
Es fundamental tener herramientas para relacionarnos, para comunicar, para gestionar nuestras emociones. Para aumentar nuestra adaptabilidad, flexibilidad y gestión del cambio y así darnos la oportunidad de “liderar” nuestro desempeño laboral.